Distante a 174 kilómetros de Santiago, capital de Chile
, se instala en el borde costero de la localidad de Pichiciuy Casa Remota, una vivienda de descanso proyectada por el arquitecto chileno Felipe Assadi. El volumen, de 80 m2 de superficie, se posa delicadamente sobre el terreno como si se trata de un automóvil a punto de partir que ha quedado detenido y maravillado por la espectacularidad del paisaje. Pocos metros más abajo del cuerpo principal, una plataforma de madera extiende el dominio de la casa sobre el terreno como un último intento por domesticar la pendiente.
, se instala en el borde costero de la localidad de Pichiciuy Casa Remota, una vivienda de descanso proyectada por el arquitecto chileno Felipe Assadi. El volumen, de 80 m2 de superficie, se posa delicadamente sobre el terreno como si se trata de un automóvil a punto de partir que ha quedado detenido y maravillado por la espectacularidad del paisaje. Pocos metros más abajo del cuerpo principal, una plataforma de madera extiende el dominio de la casa sobre el terreno como un último intento por domesticar la pendiente.
Casa Remota corresponde al prototipo de un proyecto de vivienda modular transportable. La casa se ejecutó complatemente en la ciudad en 45 días, se trasladó en 4 horas y se instaló en 6. En cuatro módulos idénticos de 3,5 x 6 metros se distrubuyó un programa de tres dormitorios, dos baños, una bodega con lavadora y un espacio central de estar, comedor y cocina integrada.
En el proyecto final el cliente podrá configurar su propia vivienda en base a distintas alternativas de módulos via web, en un sistema que permite conecciones entre dichos módulos sin más instrucciones que el agragar ahora, o a futuro, los recintos que sean necesarios. El chasis es de fierro y está trabajado con madera de pino tanto en el exterior como en los interiores, muros, piso y cielo.
planta general
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