No creemos que en cualquier casa tenga que haber ahora una impresora 3D, claro que eso mismo se dijo cuando salió el primer PC, pero lo que han conseguindo unos ingenieros austríacos promete bastante, ya que este prototipo destaca por su reducido tamaño (del tamaño de un tetabrik) y el bajo costo con el que se ha fabricado (1.200€).
Este aparato de 1,5kg es capaz de imprimir pequeños objetos empleando una tecnología parecida a la del resto de impresoras 3D que conocemos, endureciendo una resina sintética y creando una superposición de delgadas capas que van dando la forma al objeto, con una precisión de la vigésima parte de un milímetro, pero utilizando como novedad iluminación LED. El grupo de investigación está trabajando en la posibilidad de ampliar la gama de materiales con los que imprimir con esta sorprendente máquina, que por ahora ya es variada, pero siempre pensando en un uso doméstico.
Este prototipo ha sido desarrollado por Klaus Stadlmann y Markus Hatzenbichler, en el Instituto Tecnológico de Viena. Visto en designboom.
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