A las 08:33 de la mañana del 24 de abril de 1990 el transbordador espacial Discovery despegaba desde las instalaciones de Cabo Cañaveral en la misión STS-31 con el objetivo de poner en órbita el Telescopio orbital Hubble. Con aquel lanzamiento conjunto de la NASA y la ESA se nos abría una magnífica ventana al Universo que durante 25 años nos ha brindado algunas de las imágenes más increíbles de toda nuestra Historia.
Nuestra realidad, el mundo en el que vivimos, el pensamiento y las ideas que ahora tenemos sobre nuestro lugar en el Cosmos se han ido modelando a lo largo de los siglos gracias a descubrimientos, personas e instrumentos. Algunos de estos instrumentos, como ocurrió con Galileo y su telescopio, han cambiado por completo nuestra visión del mundo y en estos días en los que celebramos el 25 aniversario del Hubble podemos decir sin temor a equivocarnos que el telescopio espacial ha sido uno de los grandes inventos de la Humanidad.
Las Agencias espaciales responsables del Hubble, la web oficial del telescopio, numerosas plataformas científicas y sobre todo miles de aficionados a la astronomía celebran durante estos días el cumpleaños de una de las herramientas más increíbles jamás fabricadas por el hombre. La NASA ha abierto una web especial (http://hubble25th.org/) y la propia Revista Nature ha realizado una selección con sus mejores imágenes.
Desde Astronomía para terrícolas queremos unirnos a estos homenajes con nuestra propia recopilación con los mejores regalos que nos ha ofrecido durante todo este tiempo el Telescopio espacial Hubble.
Se encuentra a tan solo 680 años luz de nosotros en la constelación de Acuario. Es un ejemplo muy válido para entender qué le ocurrirá a nuestro propio Sol cuando termine su vida. Los gases expulsados por la estrella moribunda que se sitúa en el centro se esparcen a su alrededor creando una bella ilusión óptica a la que muchos han llamado “el ojo de Dios”.
La imagen captada por el Hubble en septiembre de 2004 es un ejemplo perfecto de belleza y conocimiento. Una captura que muestra la elegancia de esta preciosa galaxia barrada situada a unos 60 millones de años luz de la Tierra que no solo es bonita como estampa sino que ha servido para conocer numerosos detalles gracias a la gran calidad con que fue tomada.
El 05 de julio del año 1054 una luz desconocida, parecida a una estrella, apareció por sorpresa en los cielos de todo el mundo. Era tan brillante que se podía ver a simple vista y a la luz del día. Astrónomos de diferentes culturas documentaron aquel inquietante fenómeno sin saber a ciencia cierta de qué se trataba.
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Casi mil años después, en diciembre de 2005, el telescopio Hubble apuntaba hacia esa región del cielo y construyó una de las fotografías más completas y detalladas de los remanentes de una explosión de supernova.
Es una de las imágenes más famosas del Hubble y se ha bautizado como “Los pilares de la creación”. El nombre hace alusión a que en realidad lo que vemos es una inmensa zona de la nebulosa en donde los restos de antiguas estrellas se vuelven a unir dando lugar al nacimiento de otras nuevas. Estas grandes columnas de gas y polvo dentro de la Nebulosa del Águila están mayoritariamente compuestas de hidrógeno (coloreado en verde), azufre ionizado (en rojo) y oxígeno doblemente ionizado (en azul).
El Hubble ha sido reparado y actualizado en diversas ocasiones. En 2009 el transbordador Atlantis despegó rumbo al telescopio para instalarle nuevos instrumentos ópticos aún más precisos. Esta espectacular imagen de la Nebulosa NGC 6302 fue uno de los primeros ejemplos de la calidad que puede llegar alcanzar. En el centro de la “mariposa” se esconde una estrella supercaliente de la que parten dos estructuras de gas y polvo a altas temperaturas.
Pero el Hubble no solo es capaz de fotografiar zonas lejanas perdidas en el espacio profundo. Su óptica también ha captado algunas de las imágenes de nuestro vecindario que en muchos casos siguen siendo únicas. En 2004 y tan solo algunas semanas antes de que la sonda Cassini llegara a Saturno, el Hubble nos ofreció la mejor panorámica que teníamos hasta el momento del gran gigante anillado.
Y para finalizar os dejo la que considero mi fotografía favorita, una imagen increíble de uno de los cúmulos globulares más espectaculares que existen. Estamos ante una fascinante colección de estrellas reunidas en el centro de M22 que son verdaderas reliquias de las primeras etapas del Universo. Lo que estáis viendo son miles y miles de estrellas tan antiguas que se remontan a los inicios de nuestro mundo y que se encuentran a nada más y nada menos que 12.000 millones de años luz de distancia.
La luz procedente de ellas ha tardado casi la edad del Universo hasta llegar a nosotros… Cuando la observo (aquí puedes verla con gran calidad) siempre me quedo unos instantes paralizado tanto por su belleza como por lo que significa.
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