El arquitecto de 88 años de edad concursa por la ampliación de la Terminal I del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México junto con su colega Alberto Kalach.
FOTOGRAFÍA Tomado de Flickr/ cl a ra maría inés
En México no hay un sistema de asignación de obra, considera el arquitecto Teodoro González de León, aunque explica que la obra pública generalmente se asigna por concurso.
Generalmente las obras públicas se hacen por concurso, del tipo invitación selecta, precisa en entrevista con Obras el arquitecto, quien estima que hacer convocatorias del tipo abierto “es una tontería porque se meten miles de ideas; es dificilísimo”, y recuerda: “ahorita se está concursando una obra necesarísima que es el aeropuerto”.
González de León participa en conjunto con el arquitecto Alberto Kalach, en el concurso por la Ampliación de la Terminal I del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Nota: Proyecto de aeropuerto de la Ciudad de México prevé seis pistas
Aunque el gobierno federal no ha dado información sobre los despachos de arquitectura contendientes para realizar el proyecto de ampliación del aeropuerto, la prensa nacional ha divulgado desde principios de año que algunos de los despachos concursantes en alianza con extranjeros, en su mayoría, son Legorreta+Rogers, Serrano+Hadid, Norten+SOM, Foster+Romero, López Guerra+Pascall y Gómez Pimienta+Gensler, además de la alianza de mexicanos González de León+Kalach, y en solitario, Grupo Sordo Madaleno.
También ha trascendido que el gobierno encargó el plan maestro a la firma Ove Arup, sin un proceso de licitación de por medio.
En junio pasado el secretario de Comunicación y Transportes confirmó que la aplicación del aeropuerto se edificaría en Texcoco y comenzaría a operar en 2018, aunque los despachos esperaban tener una respuesta en junio, hasta ahora no sé sabe qué proyecto será o ya ha sido elegido para construir la terminal.
El arquitecto menciona que el concurso es el proceso que debe existir irremediablemente, y que es un sistema que desde hace mucho practicaron los griegos y los romanos.
Sobre reglamentos y arquitectura social
El proyectista del edificio de usos mixtos en Reforma 222 considera que el Distrito Federal está muy reglamentado para construir. "Hay dudas y se consultan, incluyen interpretaciones, y crean discusiones, pero pasa en cualquier lado del mundo, no se puede reglamentar todo, siempre habrá puntos vagos que hay que discutir, negociar, ganar”, comenta.
Para González de León, un devorador de literatura —amigo de Octavio Paz y quien trabajó con Le Corbusier—, “la arquitectura espectacular también es funcional; Zaha Hadid es muy buena arquitecta y hace muy buenos edificios, acabo de ver uno en Marsella, perfectamente funcional ; sus formas no le quitan lo funcional y cumple dos propósitos: sirve y gusta”.
Sobre la preocupación que el arquitecto debiera mostrar en torno a la vivienda social, González de León estima que no es un problema de los arquitectos: “La sociedad y el gobierno debe preocuparse por eso, y pensar en encomendar arquitectura buena para los conjuntos horrendos que estamos haciendo”.
Menciona que “afortunadamente el lnfonavit ya está consciente de eso, y de que hay una perifería de conjuntos deshabitados; hay que darle la vuelta a eso y hacer arquitectura cerca de la ciudad, llenando huecos, haciendo barrios, que hacen vida y comunidad, lo digo fácil pero es muy difícil”.
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