Dijo que la globalización lastima a la arquitectura, por lo que es preciso dejar las modas y regresar a las raíces.
FOTOGRAFÍA Cortesía Quién/Rodrigo Terreros
México recuperará su
nivel en la arquitectura mundial cuando vuelva a sus raíces y no siga
los dictados de las modas, las cuales rechazan lo que representa al
pasado, opinó Ricardo Legorreta Vilchis, fundador y socio del despacho
Legorreta + Legorreta.
A unas horas de recibir un doctorado honoris causa por parte
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteó que el
mundo está convulsionado y sin rumbo fijo, debido a la pérdida de
valores fundamentales, y que la arquitectura no está exenta de esta
crisis.
“Hay movimientos que desprecian sus orígenes y consideran que todo lo
que representa al pasado no tiene valor y, por tanto, tiene que ser
destruido”, expuso. Criticó que estas tendencias sólo reconozcan la moda
e identifiquen la tecnología como un fin y no como una herramienta.
La globalización lastima a esta disciplina, al generar posturas muy
peligrosas como los “arquitectos estrella”, que pueden edificar en
cualquier parte del orbe, citó en el auditorio Carlos Lazo, de la
Facultad de Arquitectura de la UNAM (FA).
De acuerdo con un comunicado de la casa de estudios, puntualizó que
no es nostalgia o retroceso, que se trata de dar un paso adelante y que
los jóvenes deben participar en esta revalorización de la arquitectura
mexicana, con respeto a la riqueza de sus raíces y con un profundo amor
al país.
“Están en el momento adecuado (los jóvenes), cuentan con todas las
ventajas para llevar nuevamente a México a los grandes niveles en este
ámbito”, explicó.
Jorge Tamés y Batta, director de la FA, recalcó que Legorreta tiene
un profundo respeto por las raíces culturales del país. “Nos recuerda la
necesidad de inspirarse en valores humanos, para proponer soluciones
creativas a favor de la sociedad”, dijo.
De él “hemos aprendido que esta disciplina es función, forma, historia y emoción. Es color, paisaje, luz y sombra. Contiene, invita, ofrece refugio o rechaza, evoca y provoca. Es agua y es tierra, es textura, es sonido y es silencio”, argumentó.
De él “hemos aprendido que esta disciplina es función, forma, historia y emoción. Es color, paisaje, luz y sombra. Contiene, invita, ofrece refugio o rechaza, evoca y provoca. Es agua y es tierra, es textura, es sonido y es silencio”, argumentó.
-HS
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