El objetivo es revertir la tendencia de caída del consumo por el menor poder adquisitivo y por los problemas de obesidad en EEUU. La estrategia se importó desde México.
Coca-Cola Co. sumará una nueva botella de 360 centímetros cúbicos por 89 centavos de dólar. También bajará 20% su precio sugerido de US$ 2,99 por pack de 8 mini latas de 200 centímetros cúbicos.
Es un cambio en la estrategia de los últimos años de envases más grandes como el lanzamiento de la botella de 2,5 litros para competir más de cerca con Pepsi por un mercado de gaseosas de US$ 75 mil millones en los EEUU.
Coca importa esta estrategia desde México donde sus
embotelladores diversificaron los tamaños de los envases con más
opciones de precios para apuntar a distintos tipos de consumidores. La
iniciativa, en realidad, comenzó en 1994, tras la devaluación del peso
que derrumbó el poder adquisitivo de los mexicanos. En este país hay 30 tipos de envases.
La medida no hace perder rentabilidad a la compañía. Si bien los consumidores pagan menos precios, paga más por centímetro cúbico.
Coca Cola tomó este camino por varios motivos. El consumo de gaseosas
viene en caída desde hace más de seis años por las distintas campañas
para hacer bajar de peso a una de las poblaciones con más sobrepeso del
planeta. El alto desempleo y la lenta recuperación de la economía
también deprimió la demanda de productos de consumo masivo.
La rivalidad Coca-Pepsi sigue cabeza a cabeza en los EEUU. La primera controla el 34,3% del mercado de gaseosas, y la segunda, un 32,8%, según la publicación especializada Beverage Digest.
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