Un grafitero con inquietudes por la alta tecnología... te puedes imaginar las consecuencias de este inesperado matrimonio. Algo así ha sucedido con Paul Vásquez, que gracias a una peculiar solución robótica adherida a su bicicleta, ahora se dedica a llenar de arcoíris las calles de su ciudad. Tienes el vídeo tras el salto.
[Vía
Adafruit]
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