Para poder llevar a cabo la fabricación de este original escritorio, Max Lamb se desplazó hasta la playa de Caerhays, en la costa sur de Cornualles (Inglaterra), ya que la idea no era otra que la de aprovechar las horas de marea baja para poder realizar el molde en la arena. Y es que Pewter Desk es un mueble que surge del estaño vertido sobre esa obra tallada en la playa.
El molde tiene tres huecos profundos para formar cada una de las patas del escritorio, y el resto es una trama geométrica triangular. Max y su equipo disponía de 30 cacerolas de acero inoxidable, en estufas de camping-gas, en las que poder fundir los 180 kilos de metal (exactamente un 92% de estaño, 2% de cobre, y 6% de antimonio). Una vez vertido todo el metal, se esperó más de una hora para que se enfriara y solidificara, y entonces poder extraer la obra acabada.
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