Vora arquitectura Lisboa – Jordi Fornells y Rolf Heinemann
Ubicación: Arraiolos – Portugal
Ingeniería: Soprenco, Lda. – Rui Fragoso and Sara Amaro
Constructor: Manuel João R. Silva – Arraigaos
Instalaciones: Electro – Enersol, Lda.
Fotos: Adrià Goula
Con
importantes restos arquitectónicos de la época neolítica, a través de
construcciones de la época romana, de la Edad Media hasta la actualidad,
la región del Alentejo es una de las regiones culturales más
interesantes de la Península Ibérica.
Carente de grandes
acuíferos, se extiende sobre un territorio ondulado puntuado por
pequeñas colinas. La ocupación humana siempre ha buscado los puntos
altos de esta zona, sobre todo por razones defensivas y de visibilidad.
Es también sobre la pendiente de una pequeña colina en las afueras de
la antigua población de Arraiolos, que se construye la Villa Extramuros.
Rodeada por un extenso olivar, su forma y escala recuperan el concepto
de las antiguas casas señoriales del Alentejo.
Con
dos plantas, el edificio fue construido como vivienda principal por sus
propietarios y también como pequeño hotel de cinco habitaciones.
Su
fachada blanca y pocas aberturas, le dan un aspecto distintivo y
abstracto. Dos recortes de gran dimensión en las esquinas de la planta
baja, descubren la existencia de los espacios interiores. Se encuadra
también en uno de estos recortes la entrada principal. El techo, las
paredes y la propia puerta están revestidos con placas de corcho.
A
través de dos grandes aberturas en su planta baja, en el comedor y la
sala de estar respectivamente, se establece la relación con el paisaje
circundante, con los olivares y amplios terrenos de pasto de los
alrededores y también con la colina del municipio en la distancia.
La
organización espacial de los antiguos conventos, con comedor, sala del
capítulo y cocina agrupados en torno a un claustro central, se reproduce
en el programa contemporáneo de la Villa Extramuros, manteniendo las
mismas funciones.
La recepción, la cocina, el comedor y la sala de
estar están dispuestos alrededor de un patio ajardinado, que posee una
escalera exterior por la que se accede a la planta superior. Aquí, la
circulación tiene lugar por el exterior en torno al patio central. Por
su lado sur, el volumen se abre para permitir la adecuada aportación
solar que penetra hasta el patio.
La
planta superior se manifiesta fragmentada en cuatro volúmenes por
separado, obteniendo una escala más íntima. Blancos y austeros, estos
volúmenes están separados por elementos más bajos totalmente revestidos
de corcho.
Los dos primeros volúmenes se dividen en dos habitaciones
cada uno. El tercer volumen contiene una única habitación. En el cuarto
se encuentran las dependencias de la vivienda de los propietarios.
Las
habitaciones se orientan individualmente a un patio privado a través
del cual también se produce el acceso. Encerrado en el silencio que le
proporcionan las paredes forradas con corcho, al aire libre, estos
espacios se benefician aún de una vista enmarcada y panorámica del
paisaje circundante a través de grandes aberturas horizontales.
Circunscrita
a la arquitectura típica del sur de Portugal, esta construcción se
caracteriza por el uso de pocos materiales y la simplicidad formal,
tanto en general como en sus detalles. La fragmentación de la planta
superior, el despliegue de cuatro volúmenes más pequeños, su separación
por muros bajos y la tipología de pequeños patios privados tienen su
paralelo con la arquitectura doméstica y vernácula en pueblos y ciudades
de la región.
El alto nivel cualitativo ofrecido por los
propietarios, la diversidad de espacios disponibles para los huéspedes, y
la pequeña escala del conjunto asociada a su particular carácter
moderno, hacen de este proyecto un ejemplo único, que amplía así una
oferta existente basada principalmente en el turismo tradicional en
edificios con historia.
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