El 'maestro' revela los secretos de la iluminación


Rogier van der Heide realizó los proyectos del Museo de Ciencia de Londres y el puente Sheikh Zayed de Abu Dhabi.

Roger van Der Heide
FOTOGRAFÍA Alfredo Pelcastre/Mondaphoto

Rogier van der Heide ilumina a su paso con tan buena estrella que va de los centros comerciales asiáticos, pasando por el Museo de Ciencia de Londres y el puente Sheikh Zayed en Abu Dhabi, a una videoinstalación de Peter Greenaway y al vestuario del grupo de hip hop Black Eyed Peas, el que lucieron en el Super Bowl de 2011; sin olvidar sus colaboraciones con arquitectos como Zaha Hadid, Renzo Piano, Ben van Berkel, Michael Graves y César Pelli, entre otros.
 
De visita en México, donde participó en la Expo Lighting America, el diseñador holandés conversa con Obras sobre la iluminación, ese interesante hacer que hoy es un negocio creciente, pero cuyo futuro, considera, gira en torno al bienestar de las personas más allá de los edificios.

Multipremiado por sus diversos trabajos –ha recibido el Edison Award of Excellence, dos veces el Edison Awards of Merit, tres veces el International Illumination Design Awards, entre otros–, Van der Heide opina que el objetivo es "crear un ambiente vital que no canse".


Cuando entras a un espacio, explica, y hay una buena iluminación "te sientes bien, estimulado, seguro porque puedes ver alrededor, cómodo, más relajado". En el caso de los espacios exteriores, por ejemplo, edificios históricos, iluminación y color son una herramienta que, además de brindar belleza, "ayuda a contar la historia del edificio, o simboliza algo específico".

El también Premio de Arquitectura Británica del Royal Institute, que trabaja desde 2010 para Philips, dice que la intención del color es sugerir; "trato de entender qué color es el correcto para ese espacio, contexto y proyecto determinado".

Para este experto en iluminación, cuyo color favorito es el azul, las tonalidades más adecuadas para ambientes violentos son ámbar, porque pueden contrarrestar estados propicios para la agresión .
"Si usas azul, tus niveles de melatonina, la hormona que te hace sentir soñoliento y relajado, bajan, lo que significa que las personas se mantienen alertas y quizás un poco agresivas", explica.

Actualmente, el diseñador holandés no tiene trato directo con clientes, pero si tuviera que convencer sobre los beneficios de una buena iluminación, mostraría su trabajo en los centros comerciales de Asia, "donde se ha ahorrado 30% de energía; las escuelas donde los niños, gracias a una mejor iluminación, tienen desempeños 25% mejores".

Además hay una parte casi milagrosa: "En los centros comerciales, una buena iluminación te ayudaría a vender mejor; en los hospitales, a curar más rápido, y en las calles, a caminar seguro".

Sobre la tecnología para ahorro de energía, Van der Heide menciona las ventajas de las lámparas LED en diseño: son una fuente pequeña de luz, se colocan en lugares secretos, duran mucho, no necesitan mantenimiento y tienen muy buenas propiedades ópticas; lo que se traduce en "muchas posibilidades y libertad creativa", apunta Rogier.

Inversión redituable
Los beneficios económicos de un buen diseño son muchos, afirma, claro que no todos son medidas en números, dólares o pesos, pero hay beneficios casi "milagrosos": si tienes buena iluminación en una tienda, por ejemplo, "tal vez las personas van a querer permanecer más tiempo ahí, y eso se traduce en mucho más".

Van der Heide explica que el diseño de iluminación se percibe como algo nuevo "porque la posibilidades se están expandiendo".


Ahora sucede "que todo es más profesional; hay más negocios, agencias, oficinas, despachos, y más posibilidades para programar y controlar luz y color, hacer escenarios para hoy, mañana y los años que vengan. No hay límite".

Un futuro luminoso

Para el diseñador holandés, hablar del futuro ha impedido mirar el presente, y al final, la mayor parte de los bocetos que han tratado de adivinar las ciudades de hoy, no se acercan a lo que somos. A pesar, de ello acepta jugar al oráculo.

En el futuro, predice, "habrá más productos de iluminación creados en conjunto entre arquitectos, diseñadores y fabricantes", por lo que éstos tendrán más beneficios y harán crecer más rápido el mercado. En el caso de los productos LED, precisa, continuarán diversificándose y tendrán tareas específicas.

Con base en su experiencia, el diseñador augura una "fusión" entre los involucrados en la creación de edificios. 

Rogier van der Heide se prepara para dictar una conferencia en la Expo Lighting America. Enfundado en el color negro, lo que destaca la luz de su rostro, entra a escena. Ahí, amplía la visión sobre el futuro del diseño de iluminación.

"A pesar de que una ciudad muy iluminada parece representar poder, eso no es sustentable", por lo que "hay una visión cultural en la ciudad que debe cambiar y buscar la sutileza en lugar de toda esa brillantez y escándalo" que prevalece en las ciudades en crecimiento, comenta.

Para él, el futuro es un "trabajo en equipo y un cambio en el papel que jugamos; ya no sólo los fabricantes tienen que hacerlo; el trabajo en conjunto va a dar un diseño luminoso y soluciones más importantes y trascendentes para todos".


Se debe tener estrategias que hagan la diferencia, "y una diferencia significativa, no un parche aquí y allá; hay que afrontar los retos globales en salud, pobreza, educación, movilidad; ésas son cuestiones donde la luz también juega un papel".  

Van der Heide ha trabajado sobre grandes edificaciones, pero asegura que el diseño de iluminación no es un asunto sofisticado sino "una herramienta para mejorar nuestra vida, por eso debe ser simple".


Arq. Cano Web Developer

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