Aproximadamente un 0,5% del manto terrestre proviene de una lluvia de meteoritos, según un nuevo estudio que muestra con alta precisión cómo se incorporaron metales preciosos, tales como el oro o la plata, en la composición de las capas más externas de la Tierra. “El uso de relaciones isotópicas en la investigación nos da estimaciones mucho más exactas, y supone el principal avance de nuestro trabajo”, explica a SINC Matthias Willbold de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y uno de los autores del artículo.
Hace 4.500 millones de años la Tierra, en sus primeras etapas de formación, era un océano de magma. Los metales fundidos se hundieron y crearon el núcleo, dejando el manto desprovisto de este tipo de materiales. Pese a ello, todavía se observan metales nobles cerca de la superficie. Una de las teorías que explican este fenómeno lo atribuye a una lluvia de meteoritos hace 3.900 millones de años –es decir, 650 millones de años después de la formación del sistema solar–, que también crearon muchos de los cráteres lunares.
Probar esta hipótesis ha sido muy complicado debido a la falta de exactitud en las mediciones de metales preciosos. “Nosotros evaluamos relaciones de un isótopo del tungsteno. Es un elemento que tiene un comportamiento similar a los metales preciosos; por ejemplo, desaparece hacia dentro del núcleo terrestre”, explica Willbold.
Además, la composición isotópica del tungsteno en la Tierra es muy diferente que la del material meteórico, lo que permite usar estos isótopos para marcar la materia proveniente de asteroides.
El equipo de Willbold constató que la abundancia de este isótopo en la superficie actual de la Tierra era prácticamente homogénea. Sin embargo, detectaron determinadas rocas en el cinturón supra cortical de Isua (Groenlandia) con mayor presencia del isótopo. Estas formaciones son muy antiguas, y muestran cómo era la Tierra antes de la lluvia de meteoritos (es decir, cuando el manto estaba desprovisto de metales nobles).
“Se observa un descenso de la relación del tungsteno, y la medida actual solo puede explicarse si aproximadamente el 0,5% del manto terrestre proviene de material meteórico, que contrarrestara el valor tras la lluvia de meteoritos”, asegura Willbold. Esta estimación supone que el manto del planeta contiene 20 trillones de toneladas de materia extraterrestre.
Estos descubrimientos apoyan la posibilidad de que los meteoritos fueran la fuente de estos metales, entre los que se encuentran el oro, la plata, el platino o el rodio, tras la formación del núcleo. Los autores sugieren que, incluso, esta lluvia de meteoritos pudo originar la actual dinámica del manto.
Referencia bibliográfica:
Matthias Willbold, Tim Elliott y Stephen Moorbath. “The tungsten isotopic composition of the Earth’s mantle before the terminal bombardment”, Nature 477: 195-198, 8 de septiembre de 2011 doi:10.1038/nature10399
Artículo publicado en Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
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