FOTOGRAFÍA Cortesía EMIUM
Desde el año 2000, el
Ing. Mariano Núñez Álvarez desarrolló una tecnología 100% mexicana
(Toluca, Edomex) que suponía iba a revolucionar la construcción y al
mismo tiempo mejorar la calidad ambiental. Se trata de tabiques
fabricados a partir de desperdicios de tereftalato de polietileno (PET),
los cuales funcionan para construir muros interiores, exteriores y
techumbres.
Con el nombre de Cero’s, el sistema constructivo fue
patentado como marca en el año 2008 e incluso generó interés a nivel
internacional. El sistema presenta varias bondades. Quizás la más
importante sea la instalación, pues la geometría de las piezas (muy
similar a los LEGO) permite ensamblarlas sin mayor esfuerzo, de una
manera muy rápida y sencilla, pues también cuentan con perforaciones por
donde pasan las varillas e instalaciones.
Según su creador, todo esto da pie a que toda la
estructura de una casa de un sólo nivel pueda ser construida en un
máximo de cuatro días. Adicionalmente, el sistema es resistente a viento
y fuego, tiene un buen comportamiento sísmico, es buen aislante
termoacústico y es totalmente sustentable.
En otro ejemplo, tras múltiples pruebas, en marzo de 2010, en Celaya,
Guanajuato, fue construida la primera casa con el sistema de envase
modular interconectable de usos múltiples (EMIUM),
inventado por los argentinos Luis Pittau y Mirta Facsi, el cual está
integrado por botes para bebidas comerciales, los cuales al ser unidos
dan forma a viviendas o muebles transparentes.
Como característica, es factible reutilizarlos tras
una limpieza previa muy simple, además de que pueden estar hechos de
diferentes materiales plásticos, pero el polietileno de alta densidad es
uno de los más recomendables. Al ser hueco, funciona como un aislante
térmico y sonoro, además de que su forma permite unir varios entre sí
para edificar paredes (de forma lineal y tridimensionales, para
inmuebles antisísmicos), paneles, sillas y barreras sonoras de
autopistas.
A pesar de todas las bondades que brindan materiales
como los descritos anteriormente, se le sigue dando preferencia a la
construcción tradicional, que es un procedimiento más lento y
eventualmente, más caro. Posiblemente, ante la novedad, producen
desconfianza o simplemente se ignora su existencia.
Los tabiques de pet representan una gran solución a la
problemática de la contaminación, y por tanto, beneficios sociales.
Sugiero que productores y autoridades den al producto la importancia que
merece y nos faciliten a los arquitectos la tarea de incorporarlos en
nuestros proyectos.
Personalmente, gusto de darle oportunidad a los nuevos
sistemas que entran al mercado, especialmente si significan calidad
constructiva, ahorro económico y sustentabilidad. Sin embargo, por
motivos que desconozco, es muy complicado ponerse en contacto con éste
tipo de empresas.
Tomado de tabiquesyestructuras.blogspot.mx
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