De este proyecto solamente vamos a ver las fotografías publicadas, por tanto el análisis se va a reducir a una idea muy simple: la buena también se debe distinguir por dentro. Lo que en un principio podría suponer otra de las bonitas casas modernas diseñadas por el estudio de Guilherme ,
se ha quedado en un estupendo juego volumétrico, muy agradable para ver
desde la calle, pero con una decoración de interiores que no está ni
mucho menos a la altura de lo que se esperaba.
Da la sensación que, una vez terminada la obra de esta LA House,
el proyecto ha quedado ‘huérfano’ de la supervisión del arquitecto, y
que los criterios estéticos del propietario a la hora de elegir muebles y
la decoración de las salas, no han ido en la misma sintonía que el
estilo minimalista y elegante que inspira esta vivienda desde el
exterior. Ejemplo de ello se puede ver en el salón (pared de space invaders, sofás…),
o en la cocina: mueble muy oscuro (sin puertas de vidrio) para la
vajilla , sillas de la mesa del comedor, etc, haciendo de ella un rincón
lúgubre.
La buen equilibrio de los volúmenes del
edificio, de diferentes texturas y proporciones, hacían presagiar que
nos íbamos a encontrar con otra de esas casas modernas que tanto nos
gustan, y no se ha sido así.
Imágenes del sitio de Guilherme Torres.
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