Creemos que los buenos diseños
provienen de la investigación y exploración, que es algo que desarrolla
dentro de los contextos físicos y sociales de un lugar. Nueva Orleans es
una ciudad llena de historias. Es la cuna del Jazz. Es el lugar donde
fue inventado el primer cóctel. Es el escenario de diversas novelas. Es
el lugar donde la lectura del tarot y las artes oscuras prosperan.
Descubrimos que la ciudad tiene fantásticos pasajes donde ocurren las
historias. En el Barrio W French, estos misteriosos espacios que crean
el tejido social de la ciudad, son la base misma de nuestro diseño.
El concepto para este barrio tiene dos principios fundamentales que
en realidad comparten más atributos de los que uno podría pensar. En
primer lugar nos centramos en el Jazz – Louis Armstrong, la trompeta, el
bronce, la mezcla de sonidos europeos, africanos y caribeños. En
segundo lugar están las artes oscuras – tarot, gris-gris, amuletos. Lo
que une a estos dos es que son a la vez impredecibles y emergen de un
misterioso subsuelo. Al igual que la ciudad de Nueva Orleans en sí,
tienen su propia lógica interna, que es intuitiva, impulsiva y
espontánea.
Las plantas del hotel se dividen en dos tipos: Jazz o Tarot. En la
habitación, hay una imagen que va de suelo a techo y parcialmente a
través del techo, envolviendo la esquina de la habitación. En las
habitaciones de tarot, la imagen es de la reina de pentáculos y en el
jazz es un primer plano de una trompeta. El minibar es un objeto de
metal facetado con una cubierta iluminada, una versión moderna de la
idea de un altar con candelabros. Cubriendo la televisión se ubica un
espejo convexo que da una impresionante perspectiva distorsionada de la
habitación, como si estuvieras mirando a una bola de cristal. Las
persianas de altura completa son una referencia directa a la historia de
la arquitectura de Nueva Orleans y un distanciamiento de las líneas
limpias y modernas de los muebles.
Que Nueva Orleans sea la cuna de la coctelería y jazz no es
sorprendente, ya que es una ciudad con diversas corrientes culturales
que se mezclan y re-informan entre ellas. Sobou capta la idea de la
coctelería y su relación no sólo con los cócteles, sino también con el
jazz y las artes oscuras. Cada uno de los espacios en el restaurante
tiene una interpretación diferente del concepto de la coctelería. La
entrada y la zona de comedor recuerda un boticario que habla de los
orígenes de la coctelería. Desde el suelo hasta el techo las paredes
están revestidas en botellas y el espacio está dividido por cajones de
boticario y otros iluminados que exhiben un conjunto de herramientas de
época, batidores y vasos del Museo del Cóctel Americano.
El comedor principal tiene una instalación donde las botellas de
vidrio que brillan se multiplican hasta el infinito y un par de grandes
accesorios de bronce recuerdan el final de una trompeta e iluminan el
espacio. Visible desde todos los espacios del comedor está un bar
ligeramente curvo de bronce. La cubierta de granito miel de la barra se
interrumpe en la mesa del chef donde se convierte en una luminosa
superficie elíptica. Al lado del bar está un moderno jardín de cerveza,
donde hay máquinas de autoservicio de vino y cervezas integradas
directamente en las mesas. Encima de cada mesa cuelga una lámpara
rectangular de bronce en cuyo interior hay retratos de ojos de mujeres.
Así, mientras que el exterior de las pantallas son una referencia
directa al bronce y su papel en el Jazz, el interior de estos colgantes
sugieren un movimiento clandestino y alternativo en la ciudad de Nueva
Orleans.
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