En Estados Unidos parece que hay una nueva moda de salas de cines «especiales»: lugares donde entre otras cosas sabes que no te van a molestar los adolescentes con sus gritos y mensajes al celular (…) Hay que ver el vídeo.
Según puede verse esas salas son más acogedoras, los asientos casi como los de primera clase de un avión y además de las tradicionales palomitas hay bandejas con cena y comidas selectas para los más glotones – incluyendo bodega de vinos. En vez de frío hormigón por todas partes hay jardines y parquet: probablemente al terminar la película no te echan de allí por la puerta trasera como al ganado.
Las salas en cuestión también tienen cafetería/resturante, un bar de copas y en el interior de la sala ofrecen mantas y almohadas. Lo mejor de todo dicen que es que no hay colas y todo está limpio (quien haya ido alguna vez a un cine en Estados Unidos valorará especialmente esto último, ¡agg!)
Seguro que habrá también quien eche pestes porque «al cine se va a ver la película, no a tumbarse bajo la manta ni a comer pizza» pero oye, ¿quién dijo que había de ser así?… ¿Y los precios? Así a lo tonto probé a comprar dos entradas con asientos «mejorados» y eran casi 30 dólares cada una: más del doble de lo normal allí.
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