FOTOGRAFÍA Cortesía Legorreta + Legorreta
Legorreta + Legorreta
trabaja en el diseño del Museo Puerto Los Cabos, el cual estará situado
en Baja California Sur. La construcción del proyecto, propiedad del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), iniciará en los próximos meses y terminará en la primera parte de 2014.
El recinto recibirá actividades como el próximo Festival de Cine de
Los Cabos, exposiciones y, en una segunda etapa, talleres para que
diferentes creadores desarrollen una comunidad artística. El proyecto
funcionará como un centro para el arte y un atractivo turístico para la
marina de la ciudad. Sus áreas abiertas fueron diseñadas para propiciar
la convivencia.
Víctor Legorreta Hernández, director General y de Diseño de Legorreta
+ Legorreta, afirma que uno de los retos más importantes en el
desarrollo de esta obra arquitectónica es "darle la vuelta al turismo
nacional, (para) que no sólo vengan a ver playas, sino que se vuelva
también un turismo cultural. Creemos que la cultura en México se puede
vender, se puede convertir en algo sustentable".
"El turismo ya está buscando lugares que tengan una tradición
cultural, lugares que le den algo más que simplemente playas",
puntualiza Legorreta, en entrevista con Obras.
Por eso, la construcción estará basada en una arquitectura
relacionada con la cultura local y de acuerdo con el clima de la región;
destacará por el uso de luz natural y colores que le darán alegría y
evocarán la cultura y el carácter de México, describe información
proporcionada por el despacho. Además, la paleta vegetal de los patios y
jardines estará integrada por plantas del área y del jardín
etnobotánico.
El museo contará con dos accesos: el principal, situado al este,
contará con una bahía de ascenso y descenso y estará ligado a una plaza.
Después de caminar a lo largo de un andador peatonal, las personas
podrán acceder por el acceso norte a la plaza secundaria, que servirá
como terraza para una cafetería abierta al público.
Al ingresar por la plaza de acceso estará el corazón del museo, un
gran patio central a cielo abierto que tendrá un mural del escultor Adán
Paredes y un espejo de agua rodeado de vegetación desértica, para
generar un ambiente de tranquilidad.
Desde la esquina noreste del museo será posible entrar al foyer del
auditorio, con capacidad para 120 personas, el cual será utilizado como
sala de lectura, auditorio de conferencias o sala de cine. Éste se
encontrará en el exterior, rodeado de vegetación y de una fuente que
caerá a través de un muro inclinado desde el nivel más alto del edificio
hasta un espejo de agua, para lograr un remate visual para los
visitantes antes de acceder al museo.
El museo contará con dos salas de exposiciones conectadas por medio
de un pasillo y un patio de espejos de agua a diferentes niveles. La
sala de exposiciones permanentes, de 740 m2, y la sala de exposiciones temporales, de 350 m2, tendrán un entrepiso libre de 5.40 metros, para crear un espacio a doble altura.
Al oeste se localizará el Aula Lúdica, la cual tendrá un patio a cielo abierto de 110 m2, donde los niños podrán realizar actividades artísticas en un espacio seguro.
Al sur estarán los talleres de museografía, mantenimiento y
restauración, áreas de servicio, el andén, áreas de control y seguridad,
comedor, baños y lockers de empleados, las cuales estarán unidas al
museo, mediante un pasillo de servicio, para crear un acceso fácil a las
salas de exposición.
En la planta alta se encontrarán las oficinas y la sala de juntas,
área separada del área pública del museo, pero conectada para tener una
buena coordinación. Así mismo, del lado norte se localizará una terraza,
que funcionará como espacio de eventos del museo y mirador al jardín
etnobotánico y la marina.
Además, el edificio contará con baños públicos, enfermería, guardarropa, tienda de souvenirs y cafetería.
El proyecto no requerirá de excavación, pues se construirá sobre el
terreno natural, para contribuir a la conservación del medio ambiente.
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