Enseñar y compartir conocimiento con sus empleados es una de las claves para ser un líder eficiente. A su vez, deben motivar y potenciar a sus trabajadores más fuertes
Kathryn Shaw y Edward Lazear, graduados en la Escuela de Negocios de Stanford, se juntaron con Christopher Stanton, de la Universidad de Utah, para explorar el tema en un documento de trabajo titulado "The Value of Bosses". Su investigación analiza la cuestión dentro de una gran empresa, que se mantiene en el anonimato como parte del acuerdo para llevar acabo el estudio, y el resultado fue definitivo: los buenos jefes son mejor "negocio" que los malos.
Los autores del estudio hallaron dos puntos importantes que generan buen clima de trabajo y empleados con ganas de mejorar. El principal impacto de supervisores eficaces se da cuando enseñan y comparten mejores métodos de trabajo a sus empleados. Alrededor de dos tercios de estos aumentaron la productividad gracias a un buen jefe, incluso después de que el trabajador cambiara de autoridad. Esto lleva a los autores a concluir que "la enseñanza" que imparte mejores métodos o habilidades es fundamental en una supervisión efectiva.
El segundo hallazgo es aún más sorprendente. La estructura más eficiente consiste en asignar a los mejores trabajadores a los mejores jefes, en lugar de colocar a los mejores superiores para liderar a los empleados más débiles. "Maximizar el valor de los jefes requiere que los mejores líderes tengan a los mejores trabajadores", concluyó el equipo, ya que los empleados aumentan su producción al sentirse halagados de trabajar con altos directivos.
La investigación ofrece los siguientes consejos para aumentar la productividad con armonía laboral:
- Prestar atención a los supervisores.
- Asegurarse de que los trabajadores más prometedores están emparejados con los mejores jefes.
- La enseñanza y el aprendizaje son la esencia de una relación eficaz jefe/empleado. Es la mejor forma de conseguir un trabajo bien hecho.
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