La industria de la construcción aumentó su consumo de materiales sustentables en México y el resto del mundo, sobre todo en EU.
FOTOGRAFÍA Cortesía Polec Industrias
Los avances tecnológicos,
las regulaciones ambientales más estrictas y los subsidios a la
construcción sustentable impulsaron el crecimiento del mercado de
materiales de construcción 'verdes' en México y el mundo.
Por ejemplo, pese a la crisis de la construcción en Estados Unidos,
se espera que el segmento de materiales sustentables crezca 7.3% anual
en el próximo lustro, con un salto de 30% este año, explica el estudio Sustainable Building Material Manufacturing 2012, elaborado por la empresa de investigación de mercados IBISWorld.
"Países como Inglaterra, Australia, Canadá, Japón, Estados Unidos,
Alemania, Francia, España, Chile, entre otros, son los que más consumen y
difunden la utilización de estos materiales, porque además de ver una
mejoría en su medio ambiente, también les reditúa en sus análisis
costo-beneficio, mediante ahorros energéticos y de recursos (agua) en
sus consumos, con el consecuente beneficio medioambiental mundial",
asegura Guillermo Casar Marcos, vicepresidente de Sustentabilidad del Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI).
Afirma que en México los constructores buscan cada vez más productos
'verdes', pero en mayor medida los de ahorro y gestión eficiente de agua
y energía, mediante sistemas basados en fotovoltaicos (celdas solares) o
eólicos, en sus etapas de diseño, construcción y operación, y
mantenimiento.
"Las características que deben tener estos materiales, instalaciones
y/o sistemas son mitigar o de ser posible eliminar", desde su
elaboración, la presencia de los seis gases efecto invernadero (GEI):
dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O),
además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC),
Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de Azufre (SF6), detalla Casar
Marcos.
Esto tiene que ocurrir desde la propia extracción de las materias
primas para su fabricación. De ser posible, la tendencia es utilizar
materiales regionales, para que su transporte sea lo más cercano posible
y consecuentemente menor cantidad de CO2 a la atmósfera, así como su instalación y su operación.
A decir de Ernesto Ocampo Ruiz, investigador en Aplicaciones Arquitectónicas de Materiales Modernos y Vanguardistas del Posgrado de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la industria
busca materiales que cumplan su función estética y al mismo tiempo
generen energía alternativa.
Explica que actualmente la institución educativa antes mencionada
trabaja en el desarrollo de materiales nanoestructurados, pero también
basados en principios químicos y físicos, para todo tipo de
aplicaciones: cimientos, estructuras, envolventes, pavimentos urbanos,
etcétera.
Instituciones como
la UNAM, el IMEI, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre muchas
otras, apoyan la investigación de nuevos materiales. De manera
paralela, algunas empresas ya comercializan algunos materiales
sustentables:
Un vínculo con los mantos
Hidrocreto comercializa un concreto permeable que permite la filtración de agua de lluvia hacia los mantos freáticos, además de representar cuantiosos ahorros, debido a que la durabilidad de este material es seis veces mayor al asfalto común.
Hidrocreto comercializa un concreto permeable que permite la filtración de agua de lluvia hacia los mantos freáticos, además de representar cuantiosos ahorros, debido a que la durabilidad de este material es seis veces mayor al asfalto común.
Este producto se distingue por su sistema constructivo, que no
requiere armado de acero como el concreto hidráulico. Los costos de
producción con respecto al concreto tradicional son entre 5 y 8% más
baratos, afirma la empresa.
Actualmente, la firma tiene ventas de entre 8 y 10 millones de pesos
(mdp) anuales, de los cuales 85% corresponde a la iniciativa privada.
Procter & Gamble, Kimberly-Clark y Bacardí figuran en su cartera de
clientes, además de que el producto está por ser aprobado en las
delegaciones Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Cuauhtémoc, en la Ciudad
de México.
El ladrillo regresa a la tierra
Polibrick es un polímero base agua que se puede combinar con cualquier tipo de suelo, para fabricar ladrillos. El polímero le transfiere calidades mecánicas y de cohesión muy elevadas, lo que permite hacer piezas de gran resistencia, calidad y sin necesidad de maquinaria, energía eléctrica, o de horneado, pues simplemente se mezcla con la tierra, se moldea y se deja secar al sol. Cuenta con la certificación en las normas ASTM y AASHTO.
Polibrick es un polímero base agua que se puede combinar con cualquier tipo de suelo, para fabricar ladrillos. El polímero le transfiere calidades mecánicas y de cohesión muy elevadas, lo que permite hacer piezas de gran resistencia, calidad y sin necesidad de maquinaria, energía eléctrica, o de horneado, pues simplemente se mezcla con la tierra, se moldea y se deja secar al sol. Cuenta con la certificación en las normas ASTM y AASHTO.
Permite la construcción in situ, lo que reduce costos por transporte.
Si por alguna razón se deja de usar la casa, los ladrillos se trituran y
vuelven a convertirse en tierra, lo que evita la generación de cascajo,
explica Jorge Rodríguez, director general de Polec Industrias y dueño
de la patente, que quedó entre las ocho empresas finalistas del
Cleantech Challenge México 2012.
Polec Industrias, empresa de reciente creación, espera conseguir 5%
del mercado nacional, en particular entre ladrilleras formales e
informales, lo que reduciría la contaminación ambiental; y en el sector
de vivienda rural, pues una casa de 64 m2 con servicios sustentables costaría alrededor de 90,000 pesos si fuera construida con este sistema.
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