A
la hora de afrontar el análisis de esta vivienda, nos seguimos
manteniendo fieles a nuestros principios: huimos del texto oficial que
el arquitecto ha escrito para describir su proyecto, el cual en la
mayoría de los casos resulta demasiado académico. Es como si estos
profesionales aún pretendieran vender su idea al profesor de proyectos
de la Escuela de Arquitectura, cuando es mucho más fácil llamar a las
cosas por su nombre, sin tener que justificar nada.
Esta vivienda
está ubicada en un paisaje accidentado de gran belleza, donde el
municipio de Ayora (Valencia, España) se extiende alrededor del cerro de
su castillo, una construcción del siglo13 realizada
por los cristianos tras la reconquista, a partir del asentamiento árabe.
Es importante hacer hincapié en estos datos, porque esta Casa en la Ladera de un Castillo no cae en la trampa de disfrazarse de historia, sino que ‘se planta’ en el terreno con bastante osadía.
Su volumen tampoco se ha quedado reducido a un paralelepípedo,
pues sus caras se han alterado lo suficiente como para hacer de este
proyecto un objeto blanco identificable, cuyo interior se adapta a la
pendiente del lugar. El aspecto es el de un bloque tallado mediante
planos inclinados que contienen los huecos de la casa.
Explorando
los planos de planta y las secciones, encontramos que la distribución
se lleva a cabo en tres niveles. El inferior se ha utilizado para el
garaje, bodega y lavadero, mientras que el intermedio contiene a dos
dormitorios, ambos ventilados desde la parte lateral de la vivienda, en
la que unos grandes paneles deslizantes controlan la
luz. El salón, cocina y comedor, están en el nivel más alto, además de
un dormitorio y un estudio, pero en este caso toda la ventilación se
realiza en fachadas opuestas: hacia la calle, y hacia una gran terraza
vinculada con la sala de estar.
Un
aspecto a destacar de este proyecto es la ubicación de los huecos,
permitiendo que la luz entre, pero dando la sensación -desde la calle-
de una casa sin ventanas; esto se ha mantenido sobre
todo con los dormitorios, incluso el principal, cuya ventana da a la
pequeña terraza del estudio. El hueco interior de la escalera está
inundado con la luz natural que procede de un lucernario.
Esta casa es un bello ejemplo de construcción en ladera, resuelta en poco espacio, y con un acabado minimalista.
Esta vivienda en ladera es un proyecto de Fran Silvestre Arquitectos. Fotos de Fernando Alda.
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