Los Juegos Olímpicos
transformaron el paisaje urbano con múltiples pancartas, señalamientos,
pero también con cambios en la movilidad urbana.
FOTOGRAFÍA Cortesía de LOCOG
La llama olímpica revivió al
londinense agobiado por los contratiempos que le va a suponer el evento
deportivo más importante del mundo.
Esto, claro, ha supuesto cortes en las calles y arterias principales,
un ensayo para el denominado 'carril olímpico' reservado para que sólo
lo transiten miembros del Comité Olímpico o las diferentes delegaciones
nacionales. Este carril ya ha traído polémica, al crear caos en las
carreteras y calles de la ciudad, ya que no puede ser transitado por
automóviles y motos.
Pero en algo menos caótico, Londres ya se vistió de gala para recibir
a los turistas nocturnos, al iluminar cinco de sus puentes, los cuales
permanecerán así hasta el 10 de septiembre. Así, lugares de paso tan
emblemáticos como el Millenium, el Waterloo y el London Bridge ofrecerán
un espectáculo de colores y se convertirán en una atracción más.
El tráfico detrás de los aros
Si uno agarra el metro, altavoces y anuncios color fucsias indican
las sedes, e ingeniosas marquesinas aconsejan variar la ruta para ir al
trabajo durante el mes de agosto. Parece una sobredosis de advertencia
para que luego no queden lugar a las quejas, algo muy inglés como el
famoso "mind the gap". Es la campaña conocida como "Get Ahead of the
Games", lanzada hace varios meses por Transport for London.
Una estación en particular será sometida a un escrutinio especial, la
de Stratford, por la que se desplazarán 120,000 personas en hora punta y
cuya puesta a punto ha costado £125 millones ($192 millones).
Más de uno ahorró para comprarse una bicicleta y evitarse el lío. La
tienda de bicicletas Clyde Surgery, con 17 establecimientos en la
ciudad, anunció recientemente que sus ventas subieron un 10% en junio.
El buen tiempo también está animando a los londinenses a pedalear.
Una novedad más mediática es el teleférico de la compañía aérea
Emirates. Inaugurado el 28 de junio y con un coste de £60 millones ($92
millones), cruzará el río Támesis para comunicar dos de las sedes en
Greenwich y Royal Docks, situadas apenas a un quilómetro de distancia.
Mucho está dando de que hablar este teleférico en una ciudad que dispone
del río como medio de transporte natural. Para algunos paranoicos, es
un cimiento más de la "colonización" qatarí, que cuenta con inversiones
en emblemas de la ciudad, como el centro comercial Harrods o la recién
inaugurada Torre Shard.
Piso o habitación en alquiler. Razón: Juegos Olímpicos
Sin embargo, hay un trozo del pastel olímpico del que puede
aprovecharse el ciudadano: el mercado inmobiliario. Para bien o para
mal, existe una gran demanda de alojamiento desde finales de agosto,
hecho que están explotando los propietarios. Esto, claro, ha afectado a
muchos residentes, que han sido víctimas de la codicia y forzados a
abandonar sus viviendas. Pero no es una práctica exclusiva del
propietario, pues muchos londinenses han decidido pagarse unas
vacaciones durante los Juegos subalquilando sus habitaciones.
Arquitectura lejana
A estas alturas, de lo que menos se habla es de atletas y
construcciones olímpicas. Cierto es que parte de la elección (en 2005)
de Londres como sede fue por el "legado olímpico", o sea la promesa de
dinamizar e invertir en el futuro de algunas de las zonas más pobres de
la ciudad y por la espectacular, pero perecedera y sustentable
arquitectura.
Sin embargo, si uno quiere 'echar un ojo' adentro del centro acuático de Zaha Hadid
o el plástico PVC ondulado del pabellón de baloncesto tendrá que ser
hasta septiembre, pues las obras arquitectónicas están custodiadas por
18,000 militares, el doble de los que Reino Unido tiene destinados en
Afganistán.
Nervios propios del que organiza una gran fiesta, sí, pero también
orgullo, patriotismo e ilusión por vivir un evento único y superarse
como ciudad y sociedad. A punto están de comenzar los Juegos y ya
empieza a notarse la llegada de público en lugares clásicos como Hyde o
Regent Park, South Bank o el Parlamento. La Olimpiada Cultural que ya
comenzó hace unas semanas
Y si todo sale mal, al inglés siempre le quedará el Gin&Tonic como consuelo…
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