Playmobil: la lección detrás del éxito

La Navidad es un tiempo propicio para que los alemanes se vanaglorien del éxito de este fabricante de juguetes, que ya es toda una institución nacional. Un management peculiar explica los €500 millones de facturación

Playmobil Geobra surgió del ingenio de un empresario de la vieja escuela que supo adaptarse a los cambios: Horst Brandstätte empezó a trabajar de muy joven en la fábrica de juguetes de sus dos tíos. Y, como lo recuerda la revista alemana Manager Magazine, la idea de Playmobil surgió de una dificultad. En los años 70, el shock petrolero repercutió en los costos de la industria del plástico y Horst Brandstätter, que para entonces ya dirigía la empresa familiar, encargó a uno de sus empleados, carpintero de formación, pensar en un diseño menos costoso para sus productos.

Hans Beck había sido reclutado por el propio Brandstätter en una entrevista que duró menos de media hora: "No hablaba casi -recuerda hoy el CEO de Playmobil en una entrevista con el Süddeutsche Zeitung-, pero enseguida tuve un buen presentimiento sobre él".

En 1974, Beck diseñó la figurita polivalente de 7,5 centímetros de alto que tanto éxito ha conocido.

Brandstätter, hoy septuagenario y multimillonario, no piensa en retirarse, aunque ya lleva 60 años en la actividad. Pero es un hombre que delega el trabajo y pasa los inviernos europeos en Florida, en la isla Jupiter, un sitio que es residencia de otros ricos y famosos como Celine Dion y Tiger Woods.

La sede central de Playmobil se encuentra cerca de Nüremberg, en Zirndorf. Cuando Brandstätter está allí, va a la oficina todos los días, pero sólo de 9 a 12. Luego se dedica al golf. Estas largas ausencias, dice el empresario, son la clave del éxito de su gestión: "Me permiten confirmar que todo anda bien sin mí". "Un jefe que está pegado a su silla, que no delega nada y termina muriendo de un paro cardíaco es tan peligroso como un capitán de barco que sea el único en saber dónde está el compás. Si algo le pasa a él, todo el barco se hunde".

En Zirndorf se imprimen las piezas y se hace el montaje final. Las figuritas son fabricadas en Malta y pre-montadas en República Checa. Playmobil tiene también talleres en España. Desde la sede central, se despachan 48 millones de cajas cada año. En 2010, la empresa facturó 507 millones de euros.