Los consumidores cambiaron y, por lo tanto, el mundo de las ventas también. Hoy, piden a las empresas más información, calidad y precios competitivos. De la misma forma, prestan especial atención y tienen mayores expectativas de su fuerza de ventas.
“El vendedor es el último canal de comunicación entre una compañía y el cliente”, señala Doménica Solís, consultora en Imagen Pública y líder de la agencia DSG Image Consulting.
Si quieres mantenerte en la competencia y destacar entre las demás opciones del mercado, debes tener claro que la manera en la que te vistes y comportas frente a las personas es decisiva a la hora de cerrar un trato. Pero, ¿cómo sacarle provecho a ello?
Águeda García Irízar, asesora independiente de imagen, color y estilo, aconseja que hay que ser auténtico a la hora de elegir tu vestimenta y las palabras –incluso ademanes– con los que presentarás tu oferta para generar impacto. Recuerda que no sólo es una cuestión estética, sino que debe haber argumentos de fondo que te respalden.
Lo que NO debes hacer
- No bajes la mirada más allá del tabique de la nariz, pues los ojos son el área más importante al momento de negociar.
- No te muerdas los labios durante la entrevista, ya que es señal de ansiedad o aburrimiento.
- No utilices perfumes muy dulces o que impregnen su olor en toda la habitación, mejor recurre a aromas frescos.
- No exageres en el maquillaje, por ejemplo, no uses sombras en negro o labiales en rojo. Este estilo es sólo para fiestas en la noche.
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