El jurista y político francés, autor de Paris en Amérique, Édouard Laboulaye, tuvo la idea de que Francia ofreciera un presente a Estados Unidos como un obsequio para la conmemoración del centenario de la independencia estadounidense, como recuerdo de la larga amistad entre ambos países y para garantizar la alianza franco-estadounidense.
En junio de 1871, Bartholdi viajó a Estados Unidos. Durante el viaje, escogió la isla de Bedloe, (llamada posteriormente la "isla de la Libertad") como ubicación de la estatua y también trató de conseguir seguidores al otro lado del Atlántico. El 18 de julio de 1871, se reunió con el presidente de aquel entonces Ulysses S. Grant, en Nueva York.
Según otras fuentes, Bartholdi se habría inspirado en el rostro de su madre, Charlotte Bartholdi (1801-1891), y es la hipótesis más considerada hasta el presente. La revista National Geographic apoyó esta posibilidad, indicando que el escultor nunca explicó ni desmintió esta semejanza con su madre. Otras versiones sostienen que Bartholdi habría querido reproducir el rostro de una niña encaramada en una barricada sosteniendo una antorcha, al día siguiente del golpe de estado de Napoleón Bonaparte. Tal vez simplemente realizó una síntesis de varias caras femeninas, con el fin de dar una imagen neutra e impersonal de la Libertad.
En Francia, la campaña para la promoción de la estatua comenzó en otoño de 1875. Fue la fundación en 1874 de la llamada Unión Franco-Americana, la que se hizo cargo de organizar la recaudación de fondos para la construcción del monumento. Todos los medios de la época se utilizaron para ese propósito: artículos en la prensa, espectáculos, banquetes, impuestos, loterías, etc. Varias ciudades francesas, el Consejo General, la cámara de comercio, el Gran Oriente de Francia y miles de particulares hicieron donaciones para la construcción de la estatua. Hubo un número total de 100.000 donadores. Antes de que finalizara el año 1875, los fondos ascendían a un total de 400.000 francos, pero el presupuesto se incrementó posteriormente hasta 1.000.000 de francos de la época. No fue hasta 1880 que se recogieron el total de los fondos en Francia. Mientras tanto, en Estados Unidos, se hicieron presentaciones teatrales, exposiciones de arte, subastas, así como combates de boxeo profesional para recaudar fondos para la construcción.
Mientras tanto, en Francia, Bartholdi buscó un ingeniero para que se encargara del diseño de la estructura interna de la estatua, en cobre. Gustave Eiffel fue contratado para llevar a cabo dicha labor, además de crear una torre interna que soportara la estatua y diseñar un esqueleto secundario interno que permitiera que la «piel» de cobre se mantuviera en posición vertical. Las piezas de cobre fueron construidas en los talleres de la empresa Gaget-Gauthier, en 1878. Las planchas de cobre fueron una donación de Pierre-Eugene Secrétan. Los trabajos de precisión se encargaron al ingeniero Maurice Koechlin, hombre de confianza de Eiffel, con el que también había trabajado en la construcción de la Torre Eiffel.
Bartholdi tenía la esperanza de que la estatua estaría completada y montada para el 4 de julio de 1876, fecha del centenario de la independencia de Estados Unidos. Hubo una demora en el inicio de la construcción y, a continuación, algunos problemas durante el período de construcción retrasaron la obra: el yeso de la mano se rompió en marzo de 1876. Esta última, con parte del brazo, se expuso en septiembre de 1876 en la Exposición del Centenario de Filadelfia. Los visitantes pudieron subir una escalera que conducía al balcón situado en torno a la antorcha pagando sólo 50 centavos. Fotografías, carteles y modelos de la estatua fueron vendidos durante la exposición. El dinero recaudado se usó para completar los trabajos. Dos años más tarde, en junio de 1878, la cabeza de la estatua fue mostrada al público en los jardines del Campo de Marte con ocasión de la Exposición Universal de París, donde los visitantes podían entrar en la cabeza y subir hasta la corona usando una escalera de 43 metros.
El 18 de febrero de 1879, Bartholdi obtuvo en Estados Unidos la patente para el monumento, con el número D11.023. La patente también especificaba que el rostro de la estatua tenía "rasgos clásicos, pero al mismo tiempo se encuentra seria y tranquila" …, y ligeramente inclinada hacia la izquierda para descansar sobre la pierna izquierda, con toda la figura que permanece en equilibrio.
La estatua se encuentra situada en la isla de la Libertad en el puerto de Nueva York. Originalmente a la isla se la conocía como isla de Bedloe, y sirvió como una base militar. En ella se alojó el fuerte Wood, un antiguo bastión de artillería construido en granito y cuyos cimientos en forma de estrella de once puntas, sirvieron de base para la construcción del zócalo de la estatua.
La elección del terreno y su obtención requirieron de varios pasos. En 1887, el Congreso de los Estados Unidos dio su aprobación para la construcción de la estatua y el general W. T. Sherman fue nombrado para designar el terreno donde se construiría el monumento. Éste escogió como emplazamiento la isla de Bedloe. Quince años antes de la inauguración, Bartholdi ya había previsto la construcción del monumento en la isla de Bedloe, fascinado por la juventud y promesas de libertad de esa nación y la imaginó orientada hacia su continente de origen, la Europa que acogía e iba a continuar acogiendo a los inmigrantes. No fue sino hasta 1956, que el Congreso de Estados Unidos decidió un cambio de nombre de la isla Bedloe por el de Liberty Island "isla de la libertad".
La recaudación de fondos para llevar a cabo la construcción de la base en Estados Unidos, se encontraba bajo la responsabilidad del Fiscal General, William M. Evarts. Dado que la construcción avanzaba muy lentamente, Joseph Pulitzer (famoso por el premio que lleva su nombre) aceptó poner a disposición de los responsables de la construcción las primeras páginas del New York World, y llevó a cabo una gran campaña de publicidad para recaudar fondos. El diario también fue utilizado para criticar a las clases altas, mostrando su incapacidad para recaudar los fondos necesarios, así como las clases medias, que contaban con los más ricos para hacerlo.
Los fondos necesarios para la construcción del sótano diseñado por el arquitecto estadounidense Richard Morris Hunt y realizado por el ingeniero Charles Pomeroy Stone, se reunieron en agosto de 1884. La primera piedra del pedestal fue colocada el 5 de agosto de 1884, mientras que la base, en su mayoría compuesta por piedra de Kersanton, fue construida entre el 9 de octubre de 1883 y el 22 de agosto de 1886.
Cuando se colocó la última piedra del monumento, los albañiles cogieron varias monedas de sus bolsillos, y las echaron en el mortero. Los participantes en la ceremonia dejaron sus tarjetas de visita, medallas y periódicos en un pequeño cofre de bronce, y lo depositaron en el zócalo.
En el corazón del bloque que compone la base, dos series de vigas la unen directamente con la estructura interna diseñada por Gustave Eiffel de manera que la estatua forme un todo con su pedestal. La piedra que compone la base de la Estatua de la Libertad proviene de las canteras de una aldea de Francia, Euville en el departamento de Mosa, famosa por la blancura de su piedra y por sus cualidades de resistencia a la erosión y al agua de mar.
La estatua fue enviada a Ruán en tren, luego bajó el Sena en barco, antes de llegar al puerto de El Havre. El monumento llegó a Nueva York el 17 de junio de 1886, a bordo de la fragata francesa Isère, y recibió una acogida triunfal por parte de los neoyorquinos. Para hacer posible la travesía por el Atlántico, la estatua fue desmantelada en 350 piezas, divididas en 214 cajas, teniendo en cuenta que el brazo derecho y su llama estaban ya presentes en suelo americano, donde habían sido expuestos en la Exposición del Centenario de Filadelfia y luego en Nueva York. 36 cajas fueron reservadas para las tuercas, los remaches y los pernos necesarios para la ensambladura. Una vez llegada a su destino, la estatua fue ensamblada en cuatro meses, sobre su nuevo pedestal. Las diferentes piezas fueron unidas por remaches de cobre y el vestido permitió resolver los problemas de dilatación.
El 28 de octubre de 1886, la Estatua de la Libertad fue inaugurada en presencia del presidente estadounidense de la época, Grover Cleveland, antiguo gobernador del estado de Nueva York, delante de 600 invitados y millares de espectadores. Frédéric Desmons, por entonces vicepresidente del Senado, representó a Francia durante la inauguración. Ferdinand de Lesseps y numerosos francmasones estaban también presentes. El monumento representaba así un regalo que celebraba el centenario de la independencia estadounidense, aunque entregado con diez años de retraso. El éxito del monumento creció rápidamente: en las dos semanas que siguieron a la inauguración, cerca de 20.000 personas se habían presentado para admirarlo. La frecuentación del sitio pasó de 88.000 visitantes al año, a un millón en 1964 y a tres millones en 1987.
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