Este es un curioso refugio de investigación para el Círculo Polar Ártico, se llama Arctic Drifter y tiene la capacidad de rodar con los vientos dominantes gracias a sus bolsas de aire Hypalon, un material empleado por embarcaciones inflables. Con sus 15 metros de diámetro, es capaz de cubrir casi cualquier terreno plano (incluso agua, hielo, grietas pequeñas…), y desplazarse bajo condiciones extremas meteorológicas, algo difícil para los investigadores de realizar a pie.
La cápsula esférica habitable permanece siempre estable a pesar de que el conjunto ruede, siendo suficiente con bajar la presión del aire de las bolsas para que el refugio viaje más despacio o incluso se pare. Para salir del refugio, la tripulación desinfla y quita una sección. Lo más intrigante a la hora de utilizar un laboratorio de estas características es saber hasta qué punto esos desplazamientos se hacen “a ciegas”, por muchos mapas y GPS que tenga el laboratorio.
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