Diseñado de forma individual, cada villa cuenta con su propia personalidad y carácter, con sus propias vistas a la selva y arrozales, el mobiliario y la exquisita decoración tradicional de las estancias, haran sentir al viajero la esencia de vivir en la selva, eso sí , con unas comodidades de lujo.
El Spa de Bagus Jati es un valor añadido e irrechazable de este centro de relajación de cuerpo y mente, sus tratamientos de masajes cumplen y superan las premisas dictadas por la tradición, son realizadas con esencias y aceites aromáticos locales.
El bar se encuentra al borde del río Ayung y es un excelente lugar para tomar una copa al atardecer, sus 18 suietes y 48 habitaciones ofrecen confort y privacidad con minipiscinas privadas por habitaciones, bañadas por el agua del río sagrado.
Toda una experiencia distinta para olvidarse del tiempo y realizar una purificación de la mente y el cuerpo.
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